lunes, 1 de octubre de 2012

La vida da muchas vueltas, y nosotros, tenemos que encontrar la dirección.



“Sigue hambriento. Sigue alocado”.

Hace dos años nos mandaron comentar este vídeo. Nos mandaron analizar el lenguaje que en él se emplea y la forma que utiliza para expresarlo. Realmente, en ese momento, apenas teníamos conocimiento sobre la materia, y debo decir que, al menos, mi análisis quedaba bastante pobre. Evidentemente, Steve Jobs da una lección de vida no sólo a los universitarios que ese año se gradúan, sino que, además, da una lección de vida, de fuerza de voluntad, de ganas, a todos aquellos que nos hemos parado a escucharle.

Comento este vídeo porque me parece muy enriquecedor, no sólo como persona y humana que soy, sino como futura maestra. Creo que cada cosa que escucho o leo me enseña algo más de aquello que quiero ser, de eso que poco a poco se va acercando. Desde mi punto de vista, este discurso me aporta una visión sobre la ayuda que quiero dar a los alumnos, la motivación que he de propiciarles. Debo hacerles ver que porque algo nos salga mal no se cierra una puerta, sino que se nos abren muchas ventanas, muchas posibilidades, y que todos somos capaces de conseguir aquello que nos proponemos, pues para eso sólo es necesario el esfuerzo y la dedicación, sin olvidarnos del disfrute y la gratificación que nos ha de producir volcarnos sobre eso que nos gusta. Pienso, que la vida es breve, y que en ella todo pasa por algún motivo concreto, lo malo, a mi modo de ver, siempre trae algo bueno, y quizás esto es lo que más me gusta del meeting que ofrece. Me gusta este vídeo, me admira la manera en que Jobs ve la vida, y me enamora como vive cada cosa que hace, por eso creo que es digno de comentar y de mostrar, de posibilitar que todo el mundo lo vea y aprenda con ello.

Todos, en algún momento de nuestra vida, y evidentemente, acorde a la edad en la que nos encontrábamos, hemos vividos cosas que nos han desmotivado. Los problemas no son iguales con 10 años que con 20, ni con 30. Ahora bien, no hemos de olvidar que cada uno sufrimos por aquello que nos importa y que hemos de empatizar con nuestros alumnos, que tenemos que entenderles y comprenderles, y debemos de intentar ayudarles para que sean ellos quienes encuentren la solución ante lo que les está ocurriendo. (Vuelve a aparecer la figura del maestro como guía, como persona que respalda y resguarda al alumno, que le apoya) Todos hemos vivido cosas que nos han hecho querer tirar la toalla, cosas que nos han desesperado tanto que las hemos abandonado y que han hecho que nuestra autoestima baje notablemente. Es ahí donde considero que Steve Jobs nos da una lección a todos. Él no tenía claro lo que quería estudiar, y sin embargo acabó siendo alguien grande. Él vivió un cáncer, y lo superó.  Esto nos demuestra una vez más que la vida nos pone piedras en el camino que hemos de superar y dejar atrás, y que esas piedras únicamente están ahí para hacernos fuertes, para hacernos madurar y para ayudarnos a crecer. Eso es lo que a nuestros alumnos tenemos que hacerles ver.

Probablemente os estaréis preguntando que tiene esto que ver con la educación. Pues bien, creo que es imprescindible que nosotros, como maestros, seamos positivos y pensemos que el futuro siempre nos depara algo inquietante y espectacular. Si logramos trasmitir esto a nuestros niños, probablemente les haremos aprender con más ganas, más rápido y sin olvidarlo después. Hemos de potenciar lo que les gusta y hemos de intentar que adquieran gusto por aquello que no les llama la atención. Hemos de despertarles las ganas de aprender constantemente, hemos de conseguir que vean la educación como algo que los ayuda, que los aporta y los beneficia, y así produciremos que ellos quieran más. Generaremos inquietud, asombro. Hemos de conseguir que estén hambrientos, que estén alocados.

1 comentario:

  1. No sé cómo fue tu comentario en 1º, pero este es espectacular. Tal vez hayas madurado y veas mucho más cercano el mundo de la educación. Me ha encantado. Te lo anoto como voluntario.

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