En la selva salvaje

En la selva vive el puma, 

el puma en la selva fuma.

El león va al peluquero.

- Póngame rulos en la melena

estar rizado quiero.

- Eres un león muy fino.

- Sólo soy vegetariano, 

sólo como cebollinos en verano.

La jirafa tiene anginas

(setenta centrímetros de anginas)

y ahora toma vitaminas.

El elefante con su elegancia y pompa, 

riega las margaritas con su trompa.

Todos los animalitos son inocentes

aunque en el bosque van desnudos

según la gente.

En la salvaje selva 

nada es salvaje,

menos los cazadores 

con su escopeta y traje.

Este poema pertenece a un libro de poesías de animales creado por Gloria Fuertes que se llama "La selva en verso". He escogido este poema porque de niña me fascinaba, y hoy, aún, lo sigue haciendo. Toda la vida se ha concebido que los animales son seres salvajes y que no nos debemos acercar a ellos. Es cierto que hay especies peligrosas, pero también es verdad, que la especie más cercana y peligrosa es la nuestra, los seres humanos.

Creo que es un poema muy bueno para tratar en las aulas, ya que no sólo trabaja la poesía sino que además, juega con la creatividad, imaginación e ilusión de los niños. No podemos olvidar que son niños, y que lo que más les gusta son los animales, así que creo que podría dar mucho juego dentro de un aula.

Debo decir, que me he atrevido a hacer esta entrada porque ayer, a la hora de dormir, escuché, una vez más, como mi madre le contaba una historia a mi hermano pequeño. Me acerqué y vi su cara de fascinación, de intriga y ensueño. Es fantástico ver como se puede vivir la literatura, y lo mucho que a veces la despreciamos. Justo después de contarle la historia, mi madre le leyó esta poesía a mi hermano. Entonces, un montón de recuerdos vinieron a mi mente. Lo que he cambiado, y lo que he madurado desde entonces,  el punto de vista que tenía, y el que ahora tengo... todos esos fueron aspectos que aparecieron en mí al escucharlo, y empecé a replantearme entonces la educación que a día de hoy en muchos centros se imparte. A veces, no hace falta mucho más que ganas para poder enseñar. 

Sigo pensando lo importante que es la educación, lo necesario que es enseñar... pero no conocimientos, si no un montón de métodos para que los niños investiguen y se interesen, ya que ellos mismos pueden buscar gran parte de los conocimientos que les trasmite el libro mediante otras vías. Estoy segura de que si pudiera cambiar la educación, la volcaría plenamente en el disfrute del niño, y para ello se ha de comenzar escuchando cosas que te gustan, por eso este poema, porque me parece divertido, fácil y comprensible para los niños. 

Tengo claro que la educación que ahora se imparte no pega con mis principios, y normalmente, suelo ser bastante fiel a ellos, así que, intentaré luchar porque al menos los niños que pasen por mis manos disfruten yendo al colegio. Intentaré que aprendan de una forma innovadora, intentaré cambiar la educación desde dentro, desde mi pequeña parcela, porque poco a poco se puede ir avanzando, y lo que comienza siendo un granito de arena, puede convertirse en una gran montaña.