Cada persona tiene una época especial en su vida que se diferencia del resto del año, esa época donde las emociones y los sentimientos están a flor de piel, donde te paras a pensar y recuerdas.
Para mí, esa época siempre ha sido diciembre. Diciembre en mi caso es el mes más esperado, es aquí cuando me doy cuenta de que cada día, cada año pasa más rápido. Es aquí cuando las promesas, proyectos y deseos sobran por nuestras mentes. Cuando nos lamentamos de no haberlas cumplido, y creamos otras nuevas. Diciembre para mí, es el más bonito y colorido mes de todos. Es aquí cuando me doy cuenta de que hemos vivido un año más para nuestro recuerdo, para nuestra experiencia que es aquella que nos hacen más grandes y más sabios. Es en ese mes donde miras atrás y ves las personas que valen la pena, las que te apoyaron desde el principio hasta el fin. Es el mes más familiar, acogedor, donde hay alegría y sueños por cumplir. Es el mes que llena todas las vidas de magia y que consigue ilusionarme. Es el mes más frío, y sin embargo para mí el más cálido. Luces por la calle, sonrisas y niños cantando. Llantos de felicidad por compartir un año más y de tristeza por recordar a quienes ya no están. Diciembre para mí es el mes, es EL MES.
En mi casa la navidad siempre se ha vivido de una forma muy especial, yo no esperaba las navidad por la llegada de Papá Noel y los Reyes con sus regalos, esperaba las navidades porque iban a llegar entonces las cenas familiares, las risas y el turrón mientras se cantan villancicos. Mi madre llora con facilidad, y en Navidad, llora especialmente porque se siente realmente afortunada de todo lo que tiene, de todo lo que ha conseguido y de su vida. Se siente orgullosa especialmente de nosotros, de quienes somos y lo felices que ha conseguido hacernos. Yo juro que diciembre es mi mes, y tal y como a mí me lo han transmitido intentaré transmitírselo a mis hijos, porque sentir lo que yo siento cuando se acercan estas fechas es increíble. Los pelitos de punta se me ponen, me es inevitable.
Además, es un mes donde el sensacionalismo llega a la tele, y con anuncios nos hacen vibrar por dentro. El anuncio de la Lotería es magnífico, pero aún más lo es el de Freixenet. Este año no tengo palabras para explicar lo que logra transmitirme ese anuncio, no tengo palabras para expresarlo.
Aquí os dejo la parte que más me llega, la parte que más me identifica con lo que quiero ser. Probablemente haré la mención de "Escuela inclusiva" y por ello tengo que luchar por la igualdad. Nosotros somos los profesores, nosotros no podemos marcar las diferencias. Tenemos que quererles, tenemos que conseguir que se quieran. Tenemos que disfrutar del cariño que transmiten y tenemos que darles amor.
Lucha por la integración, porque gran parte de ella está en la escuela.
Precioso. Yo también brindo por la igualdad de oportunidades y por todo o que haga del mundo un lugar más humano. :)
ResponderEliminarAnotado.