jueves, 31 de enero de 2013

¿Avanzamos juntos?

Sólo espero que este vídeo os ponga los pelos de punta tanto como me los ha puesto a mí. Es grande, muy GRANDE!

Para ser buenos profesores, maestros... primero hemos de ser buenas personas, primero tenemos que respetar y empatizar y así poder transmitir valores positivos que faciliten la convivencia entre los alumnos.

Creo que con este vídeo Macaco nos da una lección que muchos de vosotros no podríamos dar. Una lección de vida, de humildad y bondad y de respeto hacia aquellos que padecen enfermedades.

Para poder enseñar a nuestros alumnos a ver las diferencias como aspectos positivos, que nos hacen grandes, tenemos que primero concebirlos nosotros como tal. Este vídeo a mí, personalmente, me hace reflexionar y pensar que aún se mira demasiado a aquellos que padecen enfermedades y por eso sufren cambios físicos. Aún marcamos las diferencias, aún les señalamos y con eso les estamos un mayor daño. Eso es lo que tenemos que trabajar y potenciar cada uno de nosotros, y con nuestros alumnos. Tenemos que mejorar y trabajar para ser mejor persona, y convertirnos entonces en un buen ejemplo a seguir.

Desde aquí os pido que nos olvidemos un poco de tanto contenido, e intentemos transmitir afectividad y valores trabajando así con la vida cotidiana y los problemas que a diario nos envuelven. Trabajemos la igualdad, la inclusión, las posibilidades y la empatización y comprensión de los demás. Trabajemos con personas potenciando su inteligencia, no con inteligencias olvidando a las personas.



Y sí... SEGUIREMOS (avanzando, creciendo y haciéndonos GRANDES)

SI DICEN PERDIDO YO DIGO BUSCANDO
SI DICEN NO LLEGAS DE PUNTILLAS ALCANZAMOS

SI DICEN CAÍSTE YO DIGO ME LEVANTO
SI DICEN DORMIDOS MEJOR SOÑANDO

Fuerza, ganas e ilusión es lo único que hace falta.

MARAVILLOSA.

Esta imágen muestra todo lo que llevamos trabajando durante tres años. Muestra la importancia que tiene la lectura para lo desvalorada que puede llegar a estar en ocasiones. He hecho varias entradas donde he mostrado imágenes que plasman la importancia que tiene este tema. Con ésta, quiero haceros reflexionar y que penséis si realmente lleváis el camino correcto o no con vuestros alumnos.

miércoles, 23 de enero de 2013

Hagamos de lo diferente algo extraordinario.

Durante los últimos días he visto en muchos de los blogs de mis compañeros un vídeo, titulado "SUPER ANTONIO". En ese vídeo se cuenta la historia de un niño que tiene necesidades específicas porque padece una discapacidad notoria. Personalmente, estoy muy involucrada en la inclusión de esos niños en el aula, porque soy de las personas que piensa que las diferencias nos engrandecen y que mediante esas diferencias todos podemos aprender los unos de los otros.

Tras ver el vídeo, que he de decir que hace llorar a cualquiera y hace que me plantee si ese tipo de educación de imparte en todos los centros. La respuesta es NO, hay centros elitistas y centros en los que optan por lo fácil y por ello se niegan a aceptar la realidad y a incluir en sus aulas niños con discapacidades. Me siento orgullosa de ver que aún hay un lado humano y que hay gente que no marca diferencias, que hace que todos nos sintamos iguales y que refuerza la autoestima, haciendo crecer tanto a profesores como alumnos. Bueno, a lo que iba. Tras ver a SUPER ANTONIO y lo feliz que es pese a la difícil vida que lleva, me planteé encontrar recursos para trabajar con niños potenciando estos valores y posibilitando el compañerismo. 

Esta página que AQUÍ os enlazo es muy interesante, ya que primero cuenta como trabajar con niños de NEE de forma individual aumentando su autoestima y posibilitando que ellos se quieran tal y como son. Cuando su autoestima esté bien, los niños pasarán a jugar con los demás, relacionándose y creando vínculos afectivos que les hagan sentirse queridos y valorados. No olvidemos que los niños, son niños, y por ello la página que arriba os he enlazado está basada en juegos, ya que es ahí donde descubrimos mucho más de ellos que trabajando actividades. Mediante el juego nos permiten conocerlos y nos permiten ver sus dificultades y virtudes, es ahí donde se muestran tal y como son, y son realmente productivos. Por eso, esta página me parece un recurso que no quiero perder y que quiero poder utilizar en años posteriores. Por ello, os la presto :)


Y ahora, para aquellos que aún no lo hayáis visto, os pongo el vídeo de SUPER ANTONIO y un vídeo que podemos trabajar con los niños para que ellos vean las diferencias como algo positivo.





martes, 22 de enero de 2013

¿Cómo enseñar los planetas?

Los recursos que debe haber en este blog no tienen que estar centrados únicamente en actividades referentes a Literatura, por ello os agrego aquí una página de un planetario móvil que acude a los centros para enseñar todo lo relacionado con el sistema solar.

Creo que los alumnos tienen que aprender contenidos de una forma absolutamente contextualizada, por ello me parece interesante colgar aquí ESTE enlace y permitir a todo el mundo acceder a una página tan curiosa. Además si contratas este servicio y les haces disfrutar a tus alumnos de una aventura tan especial, los niños podrán observar estrellas y realizar talleres que les permitan ver la teoría y no sólo estudiar.

Me ha parecido realmente interesante señalarla y por eso os la he adjuntado. Me parece interesante porque los niños comenzarán a trabajar entonces con la propia realidad y podrán dejar los libros de texto que únicamente contienen teoría, que al final, si les hacemos estudiarla, acabarán olvidando. Me parece interesante porque está enfocada a un público muy amplio, cuenta con actividad para Infantil, Primaria e incluso la E.S.O y alumnos de Bachillerato. 

Ellos ponen esta frase en su carta de presentación y a mi me ha gustado muchísimo, así que yo os la expongo aquí.

Todos los profesores actuales, y aquellos profesores futuros entre los que yo me encuentro, tendremos que trabajar con un sinfín de recursos innovadores y para nada convencionales. Tendremos que trabajar de forma costosa y en ocasiones díficil para que los niños puedan integrar e interiorizar los conceptos de forma adecuada. Por ello, he creado esta entrada, para que yo, mis compañeros y todo el que esté interesado sepa que ahí muchas actividades que hacen disfrutar a los niños a la par que les hacen aprender.

Nocturno


La Vía Láctea
sale de mí, pasa por tí,
y vuelve a mí, círculo único.
-¡Qué dos columnas
sustentadoras del universo!-
¡Y qué luz tímida,
qué plata plácida,
para callarse lo que no es!

Juan Ramón Jiménez 


Un quebradero de cabeza más sencillo de lo que parece.

http://www.educalandia.net/alumnos/busqueda_tematica.php?palabra_clave=ortograf%EDa

Durante mis prácticas he podido comprobar que la mayor problemática de la educación es la ortografía, de hecho a día de hoy, entre nosotros sigue habiendo fallos que no nos podemos permitir, y que están ahí porque alguien, algún día, nos enseñó de una forma inadecuada. ¿Nosotros queremos hacer lo mismo?

Esta página muestra diferentes actividades que pueden permitir trabajar este aspecto con los niños. Además, nos permite trabajarlo mediante el entretenimiento de los alumnos debido a que dejaríamos el modelo tradicional de lado. Se trata de que los niños integren la ortografía y empiecen a ponerla en práctica, para ello hay un montón de ejercicios que nos posibilitan ponerlo en práctica. Es lúdico, dinámico e INTERACTIVO, lo cual debería ponerse mucho más en práctica en los colegios, ya que en muchos de ellos, es un aspecto que tienen algo descuidado.

Además me parece un recurso indispensable que podemos utilizar en nuestro aula, ya que no sólo tiene actividades para un curso en concretro, sino que nos da ejercicios para niños desde 3º de Primaria, hasta 6º. 

Mirando entre las actividades que contiene he encontrado actividades muy interesantes como "La llamada de la Selva" con la que se trabaja no sólo ortografía, sino que también conceptos como la ONOMATOPEYA.

El parchís que aparece en el enlace nosotras le empleamos ya el año pasado para la realización de una exposición en la asignatura de Desarrollo oral y escrito. Es muy completo e interesante para trabajarlo con los niños, os pido que le miréis atentamente, porque no pasará desapercibido por vosotros.

¿Cómo enseñar a los niños mediante la diversión?

Ayer, durante la hora de clase, trabajamos nuevamente un bloque que habíamos cerrado antes de irnos a las prácticas, hace ya unos cuantos meses. El bloque es el número 5, y se caracteriza por estar basado en las distintas creaciones literarias, pudiendo hacerse éstas en prosa, verso o teatro. 

Hace ya tiempo, colgué la actividad que yo había creado sobre el tema. Ahora, os cuelgo otras estrategias que podemos trabajar en el aula, herramientas que va a permitir al niño aprender mediante algo lúdico y dinámico. Me gustas estrategias porque dejan de lado los esteriotipos existente respecto a la prosa, principalmente, y la libera de las cadenas que la atan, como lo es la rima, ¡RIMA QUE YA NOS SALE DE MANERA NATURAL!

La estrategia que aquí os muestro queda denominada bajo el nombre de "la palabra mágica para ser felices". Esta estrategia tiene como finalidad recabar sílabas de diferentes palabras y crear una nueva que podemos decir o recordar en momentos puntuales, para así ser felices.

Al trabajarla nos dimos cuenta que la mayoría de nosotros tenía las mismas palabras, creando así mediante ellas la nueva palabra que no debe existir. Todos incluímos a personas importantes para nosotros dentro de esta magia, todos incluímos cosas que nos hacen sentirnos bien o que nos hacen valorarnos. 

Mis palabras son estas que a continuación os muestro.

  • Amigos
  • Dulzura
  • Familia
  • Cariño
  • Respeto
  • Apoyo incondicional


Personalmente, concibo mi felicidad como una mezcla entre mis amigos y familiares, como una mezcla basada en la dulzura, el respeto y el cariño, y donde el apoyo que me muestran y que yo misma les muestro a ellos es realmente INCONDICIONAL.

De esta combinación, salió mi palabra mágica, INAPRESCAFADUA. 

INAPRESCAFADUA, es una palabra que nunca debe decir, únicamente debe pensarse. Es absolutamente personal, y mediante ella soy capaz de alcanzar momentos de felicidad cuando las cosas se enturbian. Sólo debes pensarla y una bocana de aire fresco llegará a ti. Te dejo que si lo necesitas, pienses en mi palabra, ya que a mí me gusta que la gente se sienta bien, y si pensarlo te ayuda, ¡ADELANTE, no lo dudes!

Ese mismo día trabajamos otra estrategia con la que creamos poesía, original y muy muy sentida. El resultado de ella en mi caso, fue el siguiente:

¿Cómo te sientes?
Aturdida y enloquecida.
¿Por qué te sientes aturdida y enloquecida?
Porque sólo tú me haces sentir así.
¿Cómo te hago sentir?
Como si al estar contigo no hubiera nadie más alrededor. Sólo tú y yo. Y tu mirada.
¿Cómo te miro? 
Me miras dulce y me trasmites la seguridad que me falta. Me miras con cariño y haciéndome sentir cómoda y nerviosa a la vez.
¿Cómoda y nerviosa?
Sí, como si cada día fuera la primera vez.

jueves, 17 de enero de 2013

¿cómo nos repercute el tiempo?


Para aquellos que decidáis leerlo, y que no conozcas de que habla esta imagen, os diré que proviene de la película "ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS". Quien me conoce, sabe que adoro esa película, y que cuando la vi me di realmente cuenta de que el tiempo es efímero, y que tal cual viene se va, teniendo que disfrutarlo siempre porque no sabemos cuanto puede durar esa vivencia.

Como ya dije en otra de mis entradas, no sé que está pasando dentro de mí, puesto que ahora no soy capaz de ver ni leer nada sin pensar que tiene una absoluta relación con la educación. Muchos de vosotros, no entenderéis la relación que tiene esta imagen con mi futura profesión. Quizás, yo misma, en otro momento de mi vida tampoco le hubiera encontrado esa posible relación. 

Ahora, todo ha cambiado, estoy en tercero de carrera y ya pienso lo que va a ocurrir conmigo de aquí a un par de años y lo que busco conseguir cuando me encuentre frente a un aula. Al principio será difícil, pero creo que conseguiré ser lo que quiero ser y actuar acorde a mi forma de ser buscando y extrayendo lo mejor de mis alumnos, cuando estén conmigo, si están.

Ahora la relación que he establecido es para mí más que evidente. La mayoría de profesores dejan de realizar cosas innovadoras y diferentes por falta de tiempo. Siempre dicen: "no esto no lo podemos hacer, porque no hemos acabado el temario y debemos acabarlo". EL TIEMPO, el que a veces juega en nuestra contra y en cambio, otras a favor. Lo importante no son las horas contadas que tenemos al día para trabajar con  nuestros alumnos, desde mi punto de vista la importancia del tiempo radica en saber sacar la productividad de él. Me he encontrado con profesores que pasan horas, días y incluso una semana para dar un concepto porque la manera en la que está enfocado dificulta su aprendizaje. Quizás, si ese mismo tiempo lo empleáramos de otra forma y realizáramos actividades más claras y de menor duración extraeríamos mejores resultados. Por todo esto, los profesores deberíamos ser capaces de jugar con el tiempo para así sacar el mayor provecho de éste. Debemos verlo como algo efímero que se va y que por ello debemos exprimirlo al máximo jugando con él. Debemos concebir el tiempo como algo que no sabemos lo que va a durar y que por ello debemos intentar aprovechar al máximo. TODOS Y CADA UNO DE NOSOTROS DEBERÍAMOS VER EL TIEMPO COMO ALGO QUE CORRE A NUESTRO FAVOR Y QUE POR ESO NOS VA A FACILITAR Y AYUDAR, Y PARA ELLO, DEBEMOS REALIZAR JUEGOS, ACTIVIDADES Y SESIONES REALMENTE PRODUCTIVAS Y FACTIBLES, ACORDE AL AULA EN EL QUE NOS ENCONTREMOS.

Y ahora, os dejo mi frase favorita: "Estás loco, majareta. Pero te contaré un secreto, las mejores personas, lo están."

Y... "Feliz, feliz no cumpleaños, a ti, a mi..." Disfruta todos los días, pues no sabes lo que puedes encontrarte mañana.

Mi visión personal sobre el mundo.


Esta foto refleja plenamente el tipo de educación que yo quiero ofrecerles a mis futuros alumnos.

Mi educación está basada en permitir a los niños convertirse en investigadores y creadores de sus propios conocimientos. Nosotros tenemos en nuestra mano la posibilidad de generar un conocimiento en los alumnos tan firme que no lo olviden jamás y que lo interioricen de tal forma que puedan utilizarlo en un futuro, en su vida cotidiana.

En las escuelas o colegios hay libros, muchos muchos libros, con contenidos y conceptos que los niños deben aprender y memorizar sin contextualizar. Llevo años pensando en ellos, y más aún lo pensé durante mis prácticas, al ver la realidad del aula. Entonces, en mi mente surgió una duda ¿esto es lo que yo quiero dar en mi clase?¿es así como quiero trabajar y pasar mis días?¿esto resulta provechoso emocional y afectivamente, y también académicamente?¿les resulta útil a los alumnos saber todo esto?

Esas y un sinfín de preguntas más brotaron mi cabeza sin dejar de lado la realidad: "tenemos que alcanzar los objetivos fijados como mínimos". Esa realidad que tanto agobia a los profesores y que tanto cohíbe y coarta sus posibilidades. Yo, personalmente, no estoy a favor de esa educación, una educación que esté fundamente en libros de texto durante toda la jornada de lectiva, y cuadernillos de texto para la realización de deberes. Quizá el fracaso escolar que tanto miedo da y alerta, esté en gran medida ahí, en el enfoque que se le da a la educación. 

Los niños pueden trabajar de muy diversas formas, y desde cada una de esas formas adquirir los contenidos mínimos y las competencias fijadas. Trabajar dejando de lado los libros de texto no impide lograr todo eso. Mi educación, la que yo quiero promover está basada en eso, en trabajar mediante proyectos, mediante aprendizaje cooperativo, dejando de lado todo lo convencional y tradicional que ya queda patente que no da resultado. Yo quiero buscar su autonomía, quiero lograr que empaticen y que sean capaces de comprender que los valores humanos, los valores sociales, son mucho más importantes que los propios contenidos de cada área. Yo quiero permitirles investigar y deducir sus propias hipótesis. Quiero que partan de los conocimientos previos, que se desenvuelvan y recuerden lo que han aprendido años anteriores para complementarlo. Quiero que se respeten y que se ayuden entre ellos, viendo que una clase es un grupo de personas, personas con necesidades individuales, todas ellas respetables. Quiero que colaboren, que compartan, que se ayuden, que creen vínculos entre ellos para así SENTIR y vivir. 

La propia sociedad se empeña en fijar contenidos, olvidándose de que son niños que deben desarrollarse acorde a sus propias características, a su desarrollo cognitivo y motor. Se olvidan de sus necesidades, de que deben jugar y deben tener su espacio para poder pensar y reflexionar. Para mí es importantísimo que los niños sean autocríticos, capaces de valorar sus dificultades y sus virtudes, para así poder mejorar ambas. Eso, sólo lo podemos conseguir nosotros, los maestros, y por ello debemos luchas en conjunto, y por eso debemos dejar de lado un poco más los libros. Debemos permitir que desarrollen su imaginación, su creatividad, tenemos que dejar que se expresen y ayudarles a hacer sin cortarles. Esa es la educación que yo quiero promover en mi aula, un aula donde primará el cariño y el afecto, y donde serán capaces de desarrollar todas sus capacidades de formas diferentes y a través de proyectos. Buscaré que comprendan que los libros LITERARIOS y PARALITERARIOS, son los que les van a permitir reflexionar, y cuando reflexionen estarán pensando sobre eso que ahí mismo está escrito. Sólo así construiremos niños con personalidades libres y fuertes, seguros, niños con autoestima y con libertad. Eso lo que muestra la foto y lo que yo misma quiero lograr.


Me gusta esta foto, no sólo por la estética, sino también por la frase. Cada niño puede asociarse a un árbol. Cada niño tiene unas características individuales que tenemos que trabajar, como cada árbol tiene un fruto diferente que hemos de posibilitar que exista. Llevamos años trabajando que los niños son muy frágiles y tenemos que tratarlos con cariño, con respeto y respondiendo a sus necesidades. Yo voy a intentarlo, y tal y como yo voy a hacerlo, espero que lo hagan todos los demás maestros con vocación y amor hacia la profesión.

Igual que yo lo he hecho, espero que todos seamos capaces de reflexionar y pensar qué queremos, y cómo queremos trabajarlo.

domingo, 13 de enero de 2013

Montemos todos en la barca.


Esta imagen me parece espectacular. Personalmente, nada más verla me ha hecho reflexionar sobre la realidad existente hoy en día. Una realidad que no me gusta nada y que está a la orden del día. 

Yo, pertenezco a esas cuatro personas que está deseando montarse en la barca para poder cruzar el charco y acudir al país donde se pruebe algo nuevo. Quejarse y decir constantemente que se está intentando cuando la realidad es otra, es triste, muy triste. Es cierto que actualmente tenemos pocas posibilidades de cambiar el sistema, pero aquellas que estén en nuestra mano deberíamos utilizarlas al máximo y explotarlas hasta conseguir nuestro objetivo. Yo no soy de esas personas que se queda con los brazos cruzados intentando amoldarme a lo que ya existe, NO, soy de ese otro grupo de personas que luchan por llegar a algo mejor, a conseguir la educación que nos merecemos.

Somos estudiantes, y cuando salimos de la carrera, lo hacemos con una ilusión desbordante, y cuando vemos la realidad esa ilusión se va perdiendo en el camino hasta acomodarnos y trabajar con lo ya existente. Yo, he tenido unas prácticas maravillosas en un centro increíble, un centro que buscaba la eliminación del libro y que trabajaba mediante el aprendizaje cooperativo. Un centro que lucha por sus alumnos y que busca  conseguir sus objetivos, unos objetivos que van mucho más allá de lo académico. Pese a ser maravilloso, también me ha mostrado las limitaciones a las que se ve sometido. Ellos quieren quitar los libros de texto, y sin embargo, no les dejan. Consideran que deben desarrollarse acorde a su edad, pero no pueden hacerlo porque deben alcanzar los mínimos. Ellos son de ese 5% que se sube a la barca para intentar probar un método nuevo, y yo me subo con ellos.

Y ahora... todos vosotros, los que leéis esto... ¿os subís a la barca? o por el contrario ¿preferís quedaros anclados, quejándoos y sin poner remedio?

Está en nuestra mano, JUNTOS, podemos hacerlo.

Cambiar es difícil, no cambiar es fatal.


Hace poco puse una entrada sobre las navidades y la llegada de los Reyes Magos, pues bien, ese mismo día surgieron conversaciones que me hicieron más evidente mi vocación. Como he dicho varias veces, tengo un hermano de 9 años, y a él los reyes le trajeron una pizarra un poco diferente a las que yo he tenido en mi infancia. Era una pizarra que se pintaba sólo a oscuras y con un rotulador fosforito. Me pasé toda la mañana de reyes jugando con ella, haciendo dibujos y escribiendo con letra ligada. Cuando tenía la pizarra en mis manos, apareció mi madre, y apoyada en el cerco de la puerta me dijo: “nunca cambiarás, nunca”. Al principio yo no entendía que me estaba diciendo, yo creía no haber hecho nada malo, así que la miré con cara extrañada, y antes de que yo mismo pudiera decir palabra, habló ella: “has tenido cuatro pizarras durante toda tu infancia. Cuatro pizarras que han quedado destrozadas de tanto usarlas. Mientras todos los niños tenían un corcho en su pared, en la tuya había una pizarra de tiza. Desde muy niña sentabas a los muñecos en círculo a tu alrededor, y tú les explicabas cosas tan simples como cómo dibujar un árbol. Pasabas horas rodeada de esos muñecos haciendo de maestra, ¡intentabas enseñarles a escribir! E incluso les regañabas. Llegabas del colegio, corrías a tu habitación, dejabas la mochila y cogías la tiza y el borrador. Cuando abría la puerta estabas sonriendo, y tu imaginación te dejaba incluso escuchar las peticiones de los muñecos, ¡era increíble verte jugar! Y ahora acabo de ver la misma cara de ilusión y esperanza, las mismas ganas de enseñar y de jugar.” Después de todas estas palabras me quedé un poco en shock. Mi madre no suele ser así, tan cariñosa y espontánea. Poco a poco empecé a recordar, y ella tenía razón. Desde muy niña el único juego que me entretenía durante horas era ser maestra, justo lo mismo que ahora. Recuerdo colocar a mis muñecos en un sillón de mimbre que tenía y sentarme frente a ellos para explicarles cosas. Recuerdo que mi madre me regañaba porque toda la tiza que caía de la pizarra iba directa a la pared y ¡me estaba cargando la pintura! Recuerdo que me regalaron cuatro pizarras porque todas las había usado tanto que ni siquiera se borraba ya la tiza. Recuerdo las tizas de colores para enlazar conceptos. Recuerdo ser el reflejo absoluto de cada una de mis profesoras, pero con esencia propia, dejando lo que me gustaba de ellas y cambiando lo que no creía correcto. He sido una niña traviesa, llorona y chinche, ahora bien, me dejabas un nenuco y una pizarra y ya no había niña.

Cuento esto, porque considero que Magisterio, debería ser una carrera llena de maestros con la misma vocación que he sentido yo desde niña. Es verdad, que también he querido ser astronauta y médica como todos, pero lo que realmente vibraba dentro de mí ha sido y será siempre la educación. Tengo una carrera “frustrada” que quien me conoce lo sabe, y es psicología. Quiero saber todo lo posible, no para ejercer de ello, sino para saber cómo afrontar los problemas que me ocurren a mí, y a mi gente. Para poder ayudar a los demás, para dar consejos sabiendo lo que digo, para empatizar mejor y para comprender y respetar a los demás. Esa es mi carrera “frustrada”, pero estoy tranquila porque sé que algún día estudiaré si no es la carrera, algo relacionado con ello, algo que me deje saciar mis necesidades y que me permita responder ante la ayuda que buscan en mí los demás. Mis amigas dicen que mi mayor virtud es saber escuchar, y que por eso siempre acuden a mí, y esa es la esencia, creo yo, de mis dos carreras: Psicología y Magisterio. Escuchar a los demás, hacerles ver que te importa lo que les ocurre, mostrarles cariño y empatía y ayudarles tendiéndoles la mano. En esas dos profesiones lo importante no eres tú, son los demás. Lo importante es tratar a cada una de esas personas de manera diferente según sus necesidades. Es como siempre nos decía Piti: “saber trabajar con un jardín lleno de flores diferentes”. En las dos carreras lo fácil no es llegar a la meta con los alumnos brillantes, sino conseguir que aquellos que tienen dificultades alcancen los mínimos y cojan autoestima.

Prácticamente hasta el día que me matriculé tuve dudas de si realmente quería ser maestra o ser psicóloga, fue entonces cuando algo me vino a la mente y pensé: “Cris, tu vocación es estar rodeada de niños durante todo el día, es ayudar, sí, pero a niños” y decidí hacer Magisterio, que era a lo que jugaba desde niña.

Sé que es difícil de entender, pero escribo todo esto porque es la única manera que veo de empezar la reflexión final que quiero hacer. Y cuya finalidad es mostrar que sólo hay una manera de cambiar la educación y de beneficiar a los niños, y es trabajar con maestros que sientan ganas e ilusión por enseñar, que disfruten haciéndolo, que no les importe estudiar nuevas formas de innovar y así salir de lo tradicional. Esos maestros van a ser los que nos posibiliten hacer respetable esta profesión.

Desde tiempos inmemorables el ser profesor de magisterio era algo vano para la sociedad, algo que en menor medida sigue ocurriendo. Desempeñar la función de profesor se encontraba relegado a un segundo plano y apenas tenía importancia. Sabemos que antiguamente todo esto sucedía porque los profesores que se encontraban a cargo de las clases no tenían la titulación correspondiente, más bien eran, generalmente, obispos y curas encargados de educar niños, que además se encontraban englobados en una misma clase pese a tener diferentes edades, y necesidades distintas. Esto sucedía porque la educación era despreciada por la sociedad, y por quien guiaba esa sociedad. Al principio las escuelas estabas en cuadras o establos, ya que no era importante aprender y adquirir cultura. Ahora, esto ha cambiado, ha avanzado y tiene que seguir haciéndolo para buscar una educación mejor.

La sociedad ha ido evolucionando, y seguida a ésta también ha evolucionado la educación, lo que quiere decir que el concepto acerca del profesor ha cambiado por completo, adquiriendo ahora una mayor importancia y desempeñando un papel fundamental en la vida de los niños.

Cuando decidimos adentrarnos en la carrera de magisterio lo hacíamos planteándonos una vida diferente, una vida volcada hacia pequeñas criaturas que te necesitarán hasta para limpiarse las manos después de hacer un dibujo con acuarelas. Cuando consideras que tu vida se encuentra cerca de un colegio lo haces pensando que te va a encantar levantarte por las mañana y ver una clase llena de sonrisas, produciendo esto que la tuya salga inmediatamente, aunque a veces sea difícil. Además quienes decidimos meternos en magisterio sabemos que nuestro futuro estará repleto de días gratificantes… días en los que ayudarás a niños a pintar, en los que enseñarás a leer a pequeñas personas que desconocen todo lo que les rodea… Sabemos y somos conscientes de que no existe mayor gratificación para nosotros que poder compartir nuestra vida y nuestro tiempo con ellos.

A veces la gente cuestiona nuestra carrera considerándola más fácil que el resto, a veces se cuestiona lo que nosotros, los que sentimos la necesidad de ser maestros, hacemos para llegar a trabajar de ello. Pues bien, es una carrera amena, donde prima la psicología y el entendimiento. Es una carrera que necesita que conozcas que proceso ha sufrido la educación hasta llegar al punto en el que actualmente se encuentra. Es una carrera que te obliga a ser segura de ti misma, que te hace enfrentarte a tus propios miedos y que te expone ante miles de miradas, miradas que te observan con admiración y que creen que tu trabajo, el que haces a diario, es el mejor. Es por ello, que a veces cuando las personas juzgan mi carrera tiendo a enfadarme considerando que nadie es capaz de ponerse en el lugar del otro, que nadie es capaz de ver el esfuerzo que conlleva enseñar a niños que no saben cosas tan elementales como la propia lengua.

Es por ello que cuando la gente me pregunta lo que estudio contesto por un lado entusiasmada, pues me conmueve por dentro pensar que el resto de mi vida estará compartida con criaturas que mediante miradas me darán felicidad. Por otro lado, contesto con miedo, con miedo a respuestas del tipo “buah si esa carrera está chupada, si esa carrera es para no hacer nada, si esa carrera no tiene salidas…”.

Es verdad que la carrera de magisterio tiene muchas limitaciones, pues pasar las oposiciones no es tarea fácil, pero si no estudio lo que quiero nunca podré trabajar con vocación, nunca podré ser feliz. Es por ello que pienso que todo en la vida merece un esfuerzo, y que esfuerzo mayor tenemos que realizar que volcarnos en aquello que nos gusta, en aquello que marcará nuestra vida, para bien o para mal, y que nos formará como personas, pues no podemos olvidar que cuando nos metemos a estudiar una carrera estamos decidiendo lo que queremos ser, estamos formando un futuro rodeado de pequeños salvajes y lindas princesitas.

Muchas personas tienen la idea de que la carrera de magisterio existe para pasar el rato, para aprender canciones y distinguir colores, para hacer manualidades y para crear dibujos abstractos… pero no es así, la carrera de magisterio sirve para formar personas, para estructurar mentes descolocadas y para enseñar conceptos obvios que a veces parecen un mundo. EXISTE PARA CREAR VINCULOS AFECTIVOS, PARA TRABAJAR CON CARIÑO Y CON AMOR, PARA POSIBILITAR LA SUPERACIÓN DE CADA ALUMNO Y PARA GENERAR QUE SEAN AUTÓNOMOS. EXISTE PORQUE LOS MAESTROS TENEMOS LA PACIENCIA SUFICIENTE COMO PARA ENSEÑAR CINCO VECES EL MISMO TÉRMINO SI NO LO ENTIENDEN. Cuando me contestan “tu carrera se la saca cualquiera” me quedo mirando y pensando ¿Cómo puedes decir eso a la persona que va a educar a tus hijos? ¿Cómo puedas pensar así de las personas que han posibilitado tu conocimiento?

Yo no lo entiendo… no entiendo como existen personas que opinan así, tan a la ligera, sin pesar el esfuerzo que conlleva dar una clase a veinte o treinta niños sin que te tiemble la voz y pensando en cada uno de ellos, pues no podemos olvidar que para ellos tu eres su guía, eres el ejemplo a seguir que mantendrán durante años…

Yo tengo muy claro por qué quiero estudiar magisterio, tengo muy claro por qué quiero ser profesora, tengo claro que me apetece que a diario me abracen pequeños niños y me tiren de la chaqueta diciendo “seño, seño” mientras me sonríen sin cesar. Tengo claro que quiero formar parte no sólo de la educación de esos pequeños, sino también de la formación que reciben de su vida cotidiana, quiero enseñarles a atarse los cordones, quiero enseñarles a ponerse el abrigo o incluso a hacerse una coleta. Quiero que las niñas me enseñen sus modelitos al entrar por la puerta y que los niños me pidan la pelota de futbol antes de salir al patio…

Sí, es verdad… la carrera de magisterio la estudia cualquiera… pero en ningún otro sitio podrás guiar a un niño como lo haces en ésta. Les enseñamos a escribir guiando sus manos, les enseñamos a leer pronunciando las letras, les enseñamos modales y valores mediante el ejemplo. Es una carrera que te lleva a un mundo paralelo, pues te invita a pensar sobre el futuro de tus pequeños, sobre el estudio que ellos harán y sobre en quién se convertirán. Pienso y tengo claro que los niños son mi futuro, que quiero que me ayuden a olvidar mis problemas  mientras les intento solucionar los suyos, quiero que me ayuden a mantener la ilusión y la sonrisa, las ansias y la ambición por siempre. Quiero y necesito llorar año tras año cuando vea que un ciclo se cierra, que se cierra la puerta de una clase llena de ilusión y de alegría por aprender, y que ya no va a formar parte de mi alumnado, pese a que en mi corazón siempre se mantengan.

Es por ello que considero que los maestros son necesarios, creo que son el motor del cambio, que son personas tan importantes como los ingenieros y que su labor diaria tiene igual mérito que la que realiza un empresario.

Supongo que esto debería sentirlo toda persona que desee ser maestra/o. Supongo que todo esto debe ser lo que mueva a cada uno de nosotros por dentro para saber que queremos dedicar toda nuestra vida a estar con niños y a enseñarlos.

Es cierto, que la educación está muy deteriorada, y cada vez más. El profesor ha perdido el poco respeto que tenía, y ya la mayoría de los padres le cuestionan. Si el profesor toma una determinación decisión con un alumno por un comportamiento concreto, está mal hecho lleve o no razón, y hace poco ni se cuestionaba esto. La falta de apoyo, de reconocimiento, de derechos que les protejan, les lleva a una continua frustración que empeora esta profesión, y que provoca la desgana entre el personal docente.

La educación debería dar un giro de 180º, debería plantearse una reforma que la cambie por completo y que nos dé la posibilidad de trabajar de una forma totalmente distinta, más enriquecedora afectiva y emocionalmente, y productiva académicamente. Alguien cualificado debería dictaminar qué es lo conveniente y qué es lo perjudicial, para así erradicarlo. Alguien cualificado debería tomar la determinación de dejar en el paro a aquellos profesores anclados en el pasado, a aquellos que no tienen ganas de evolucionar, de reciclarse y de avanzar innovando. Deberían dejarlos en paro para así dar fruto a una nueva etapa donde la educación esté repleta de profesores con ganas de educar y motivar a los niños, profesores que busquen innovar y trabajar de forma diferente a la tradicional, profesores que piensen qué hacer en sus clases cuando lleguen a casa y profesores que disfruten con su profesión, que vayan felices y eso se lo transmitan a los alumnos, profesores para los que prime el cariño, el respeto y las necesidades personales, porque son niños, son sensibles, humildes y frágiles, y debemos tratarles como tal.

Miro otros países, otros sistemas educativos, veo la importancia real que se le da a la educación y me avergüenzo de cómo se trata este tema en España. Creo que muchas personas se toman la educación, la enseñanza como algo que carece de valor, como un lugar al que los niños acuden para entretenerse y pasar el rato, y no es así. En los colegios se trabaja mucho más que eso, y si nos lo permitieran estoy segura de que trabajaríamos infinitamente más. Los niños juegan, claro que sí, juegan, se entretienen, se divierten y se ríen. Todo esto también les está enseñando, les enseña a respetarse, a empatizar y a valorar a sus compañeros independientemente de las cualidades que tenga cada uno. Los juegos les hacen relacionarse y aprender valores, y eso es maravilloso, el problema está en aquellos que lo ven como una pérdida de tiempo.

Durante años me he planteado si estaba estudiando lo correcto, no porque no sienta vocación, sino porque sé que me voy a sentir frustrada la mayor parte del tiempo, y sé que eso me va a hacer sufrir por no poder llevar a cabo todo lo que quiero. Granito a granito se construye una montaña y yo tengo claro que voy a intentar conseguir eso, poco a poco cambiar la educación y enfocarla hacia el ideal que yo poseo.

Me hierve la sangre cuando escucho a las personas hablar de los profesores como personas que sólo tienen vacaciones y cuyo único interés es el dinero. Señores, señoras, los VERDADEROS maestros tienen otros principios muy distintos, entre los cuales están esos, pero en un último escalón. A veces, me gustaría poner a esas personas mirando tras un hueco en la pared de un aula, para que así ellos mismos comprendieran que un maestro es mucho más que eso. Un maestro NO es un transmisor de conocimientos, o al menos así lo concibo yo, un maestro es una persona que busca conseguir la autonomía de sus alumnos y para ello les permite convertirse en verdaderos investigadores. Un maestro es una guía, una ayuda que les orienta, es un referente y un apoyo. Un maestro es una persona en la que confiar y a la que acudir cuando tienen un problema.

Actualmente, concebimos educación como la necesidad obligatoria de llegar a los mínimos marcados por el Ministerio. Tenemos que alcanzar los contenidos y las competencias que alguien decidió dictaminar como necesarias. Para mí eso es un error, un grave error, privamos a los alumnos de las necesidades más primarias. Les quitamos los juegos, les impedimos relacionarse, y les negamos la posibilidad de desarrollarse cognitiva y motóricamente acorde a su edad. Son niños y en vez de beneficiarles, les perjudicamos. Les obligamos a leer y a escribir antes de tiempo, les obligamos a escuchar al profesor sin poder pronunciarse y a sentarse de dos en dos según el orden que nosotros creamos oportuno. De verdad… haciendo todo esto… ¿creéis que les estamos ayudando?

Soy consciente de que no soy nadie, ni tengo el peso suficiente como para cambiar la educación de raíz y empezar de cero, soy consciente de ello. Pese a esto, tengo claro que en la medida de lo posible, trataré de evitar ese tipo de educación. Trabajaré los mínimos estipulados con tácticas distintas e intentaré que los alumnos vean la educación como algo globalizado, donde las distintas áreas están relacionadas. La educación que a mí me han dado, y que están dando no me gusta, y si puedo, evitaré ejercerla. Quiero trabajar transversal e interdisciplinarmente todas las materias, para que así conciban que tienen elementos comunes y que tienen relación, que son un conjunto, y que se pueden trabajar como tal. Sé que es difícil trabajar así, sé que no es lo común, pero si queremos, podemos conseguirlo, y yo quiero hacerlo.

¿Por qué nos han enseñado tantos conceptos descontextualizados?¿Para qué nos han servido? No veo sentido enseñar a los alumnos conceptos que no tienen razón de ser, conceptos que no les va a ayudar a desenvolverse en su vida cotidiana, conceptos que no pueden poner en práctica. Les ofrecemos muchísima teoría, mediante la que dictaminamos si son listos o tontos y nos olvidamos del momento evolutivo en el que se encuentra y cuál es su desarrollo. Esto debe cambiarse, y para ello tenemos que dejar de cual a los propios alumnos y empezar a culpar al sistema educativo español.

Si algo he aprendido durante estos tres años de carrera ha sido a reflexionar, a ser capaz de realizar críticas argumentadas, y a ver lo bueno y lo malo de todo lo que está sucediendo, y de todo lo que engloba a la educación. Soy autocrítica conmigo misma, busco constantemente mejorar y conseguir algo más de lo que estoy haciendo, y creo que eso junto a la inseguridad que tengo me hacen superarme día a día y luchar por lo que creo y por lo que quiero. Todos los maestros deberían reflexionar sobre lo que está ocurriendo, y al hacerlo deberían plantearse que les gustaría cambiar y si está en su mano hacerlo, porque yo creo que en parte sí que está, y así es el único método existente de empezar a mejorar.

Creo que hay asignaturas de estos tres años que han pasado por mi mente de tal forma que tal y como llegaron se han marchado. Asignaturas que no me han aportado absolutamente nada. En cambio, hay otras que me hacen ver que sí hay posibilidad de cambio, maneras diferentes de enseñar al libro convencional, y formas de mejorar. Asignaturas que me han permitido disfrutar al estudiarlas y que me han hecho pensar día tras día en lo que está ocurriendo, y en todo lo que me gustaría cambiar. Os animo a que reflexionéis tanto como yo lo estoy haciendo, porque si yo lo hago y aún soy estudiante, no concibo que haya maestros que decidan dejar pasar en vano todo esto, no concibo que haya maestro que no se planteen lo que va a ocurrir como sigamos así y que no piensen si eso era lo que querían cuando se plantearon ser maestros. Todos juntos podemos cambiar y mejorar esto, ahora, en nuestra mano está hacerlo.  



"Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo" Albert Einstein.


lunes, 7 de enero de 2013

CHIMPUN.

Ayer pusimos fin a la época más bonita del año, según mi punto de vista como he dicho un millón de veces. Ya ha pasado nochebuena, ha llegado Papá Noel trayendo consigo un precioso día familiar gracias a la comida de Navidad. Poco después llegó Nochevieja, y también pasó, después de una grandísima fiesta. Fue entonces cuando llegó el momento de celebrar Año Nuevo y disfrutarlo  nuevamente en familia. A estos días, les sucedieron muchos otros llenos de compras navideñas e ilusiones por conseguir. Fueron pasando los días y la magia fue llegando a nuestra puerta. Se acercaban los Reyes Magos e iban a traer consigo sonrisas y buenos momentos. En mi casa, a día de hoy, se sigue celebrando muchísimo el día de Reyes. Esa noche a penas se duerme, pues aún tenemos un travieso revoloteando por casa que se pone nerviosito perdido pensando que los Reyes no van a llegar. ¡Ay, querida inocencia por qué te fuiste! En cuanto el pequeño abre el ojo, nunca más tarde de las 8, ¡TODOS ARRIBA!, es hora de abrir los regalos y disfrutarlos juntos. Todo parece muy materialista, pero para nada. Evidentemente, los regalos molan y a mi me encantan todos y cada uno de los que me han traído, pero lo que más me gusta son los momentos familiares que este día, y estas fechas generan. Respirar felicidad e ilusiones, amor y cariño... 

Hoy, he decidido escribir porque me siento muy orgullosa de uno de los regalos que este año los Reyes Magos me han traído. En mi casa, cada regalo va acompañado de una nota escrita por ellos mismos. Y además, el favorito de cada uno, en mi caso Baltasar, nos escribe una carta personalizada. Da igual los regalos que me hayan hecho, da exactamente igual, porque la carta ha sido la más bonita de todos. 

Aquí os la expongo porque me apetece compartir esto con vosotros, porque me apetece que todo el mundo sepa que es real, que quiero ser maestra.

Querida Cristina:

Deseamos que disfrutes de todos y cada uno de los regalos que te hemos hecho, entre ellos los exquisitos cupcakes, pero recuerda no comerlos todos a la vez, no vaya a ser que te de un empacho por golosa.

Estos regalos, sin duda, son pequeños comparados con el regalo que has recibido este año: demostrar tu vocación como maestra y saber disfrutar de la enseñanza como nadie. Sin duda, es la mejor de las señales que demuestran que no está todo perdido en la educación, aunque ciertas personas cada vez pongan más y más difícil el desempeño de esta humilde y poco valorada profesión. 

Si todos los maestros que hay en España, y en el mundo entero, tuvieran tan sólo una pizquita de tu esencia, no habría tanto fracaso escolar, y todos los alumnos irían con más alegría y entusiasmo a sus centros.

Yo, Baltasar, deseo que sigas así, que sigas luchando por tus sueños y nunca te olvides de ser tu misma, porque es lo que te hace especial, es así como te haces querer.

Muchos abrazos y millones de besos, tus amigos MELCHOR, GASPAR, Y BALTASAR. (Sus majestades los Reyes Magos).

Es maravilloso recibir cartas así, y ver que alguien valora lo que hago, yo y todos los que disfrutamos de este mundo tan maravilloso como lo es la EDUCACIÓN. Soy consciente del orgullo de mi familia, y eso me enorgullece enormemente a mí. Este es el regalo más grande que he recibido y que probablemente recibiré jamás, en él está el reconocimiento de lo que soy y quiero ser, y el apoyo absoluto de mi familia. 

GRACIAS REYES, GRACIAS!

viernes, 4 de enero de 2013

Mis chicas :)

El martes 18 de diciembre, ya hace unas semanitas, asistimos al XXXVI Salón del Libro Infantil y Juvenil de Madrid. Allí pudimos ojear muchísimos libros, de todo tipo de temática y para un público muy diverso. Encontramos libros muy interesantes, de ese tipo de libros con los que logras identificarte, de esos que te hacen sentir bien e incluso de los que te ayudan a reflexionar.

Además, pudimos disfrutar de una conferencia para aquellos niños que tienen altas capacidades. Personalmente, pienso que podría haber sido mucho más interesante si el enfoque que se le hubiera dado, hubiese sido otro, pero la realidad es que resulto algo estática y poco llamativa. Desde mi punto de vista todo lo que se nos ofreció fueron cosas teóricas, mientras que nos podían haber contado experiencias o formas reales para ponerlas en prácticas, ya que yo realicé varias preguntas y ninguna se me respondió con claridad, a mi modo de ver.

Pese a esto, y gracias a las explicaciones que nos dio Irune sobre algunos libros, disfruté muchísimo de la visita, y más cuando compré un libro que luego regalé a mi clase de prácticas. Ellos me miraron agradecidos, y cuando les leí el cuento que les compré pusieron tales caras de felicidad e ilusión que todo había merecido la pena. Además, mis chicas hicieron de esa tarde una tarde diferente y especial, y aquí os muestro como nos fue la tarde. 

Chicas, Gracias :)