Expongo aquí las tres creaciones enfocadas a la educación Primaria y que espero poder trabajar en el aula durante el periodo de prácticas. Encontramos en esta entrada una poesía, absolutamente infantil, un texto en prosa, intrigante, y un teatro que pueden realizar los propios alumnos. Me falta una parte de la actividad, la creación de una de estas obras físicamente, pero primero quiero saber si están bien para poder luego realizarlo.
EL GATO TOBIAS:
Tobías es un gato muy
gatuno,
Es listo, perezoso y
muy tuno.
Tobías es un gato
comilón,
Pero mola mogollón.
¡Huy que bigotes
tiene Tobías!
¡Son
enormes!¡cosquillas hacen!
Tiene un ronroneo que
me gusta,
Pero que a mi madre
asusta.
Tobías maúlla, maúlla
sin parar,
Miau, miau, miau,
miau…
¡Qué querrá Tobías,
que no para de
maullar!
He creado este poema porque considero que a los niños les
encantan todos aquellos poemas que terminan en rima. Además, habla de un animal
doméstico, y es un tema que les fascina y que entienden sin problema. Hay dos
palabras, que quizás, puedan resultarles más complejas, por eso, les daría
sinónimos de ellas:
- · Gatuno: astuto y sagaz.
- · Tuno: pícaro, pillo.
“AVENTURA
EN EL MAR”
Personajes
·
Un pirata
·
Una princesa
·
Un capitán
·
Una ballena
·
Un delfín
·
Narrador
Narrador: (Todo empieza en un barco. Un barco precioso,
grande, y con unas velas de tela que suenan cuando el viento las roza. El capitán, está preocupado, tiene que llevar
a la princesa a su castillo, porque allí la esperan para casarse. El rey se lo
ha pedido expresamente al capitán. ¡No puede fallarle! Junto al barco siempre
iban un delfín y una ballena. Son muy fieles y les ayudan cuando hay problemas.
El viaje estaba siendo tranquilo, la mar estaba calmada. Pero el viaje no será
tan sencillo como se esperaban.)
Capitán: ¡Cuidado! ¡Cuidado!
Capitán: ¡Veo piratas! ¡Un barco con piratas! ¡Gira el
timón, tendremos que desviarnos porque no sabemos lo que en aquel barco ocurre,
y no podemos llegar tarde o el rey se enfadará!
Delfín: - ¡Mi capitán! No se preocupe, déjeme ir nadando
hasta él, y así veré que tipo de barco es. Antes de cambiar el rumbo, yo
comprobaré si el barco es peligroso o no.
Capitán: -Está bien, puedes marchar. Pero ten cuidado,
si ves que es peligroso, vuelve sin dudarlo.
Delfín: -Así lo haré, se lo prometo.
Narrador: (El delfín marcha, y el capitán preocupado se
queda esperando su regreso).
Delfín: ¡Capitán! ¡Capitán! El barco no tiene
peligro, sólo hay un pirata en él.
Capitán: -¿Estás seguro? ¿Sólo un pirata? Um… que raro
me parece todo esto.
Princesa: -¿Y si es una trampa? ¡No podemos
arriesgarnos!
Ballena: - Es verdad… ¿y si están escondidos el resto
de los piratas?
Narrador: (Todos en el barco tienen miedo, ninguno se
imagina lo que puede ocurrir, y les da miedo arriesgarse, pero… los barcos se
están acercando, no hay nada que hacer, tendrán que asumir las consecuencias.)
Princesa: ¡Capitán! ¡Es cierto, sólo hay un pirata! ¡Y se
acerca a nuestro barco!
Princesa: ¡Socorro! ¡Socorro! Tengo miedo. Aunque sólo
sea uno, puede ser muy malvado.
Pirata: ¡Hola guapa!
Pirata: Mi nombre es Barba Roja y soy un pirata
bueno. Lo prometo. Nunca hago daño a nadie, pero todos me temen por mi aspecto.
Al parecer, parezco siniestro y no doy confianza. Pero prometo no hacerte daño,
sólo quiero que me ayudes porque he tenido un problema, de verdad.
Princesa: - Que raro… un pirata bueno. La verdad es que
no pareces malo. Te ayudaré si puedo.
Narrador: (Aparece el capitán, enfadado y
desconcertado).
Capitán: ¡Suéltala! Que no se te ocurra hacerla daño.
Tengo que llevar a su castillo. Allí la esperan, y tú, no vas a impedírmelo.
Pirata: ¡Tranquilo! No quiero hacerla daño, lo
prometo.
Capitán: - Y dinos, ¿qué quieres de nosotros?
Pirata: -Necesito vuestra ayuda. Me llamo Barba Roja
y tengo que llegar a mi isla, pero no puedo hacerlo.
Delfín: - ¿Y qué quiere señor Barba Roja? ¿Qué
necesita?
Pirata: - Mi barco se ha roto y tengo que llegar a mi
isla. Necesito vuestra ayuda, por favor.
Delfín: - ¿Y qué podemos hacer nosotros?
Pirata: - No sé, mi barco tendría que ser llevado por
algo muy grande y fuerte como vuestro barco. Yo sólo no puedo hacerlo.
Capitán: - Lo siento, pero no puedo ayudarle porque
tengo que llevar a la princesa a su castillo y no llegaremos a tiempo a su
boda, y le prometí al rey que llegaría a tiempo. Soy un hombre de palabra. Lo
siento.
Narrador: (Ninguno sabe qué hacer, qué pensar o qué
proponer… no encuentran la solución que ayude al pirata.)
Narrador: (Cuando de repente…)
Ballena: ¡Tengo una idea!
Pirata: - ¿Qué? ¿Qué? ¿Qué? Dilo rápidamente
ballenita, si está en mi mano, le ayudaré.
Ballena: -Yo soy un animal fuerte y rápido. Así que,
yo puedo arrastrar su barco. A mí no me importa ayudarle, si usted, Capitán, me
lo permite.
Capitán: ¡Claro que sí! ¡Muy bien amiga! Ya tenemos
solución a tu problema.
Pirata: - Gracias, es muy buena idea, así no os
molesto a los demás.
Princesa: - Pero… hay un problema…
Pirata: ¿Cuál, Princesa?
Princesa: - Pues que la ballena no sabe ir hasta tu
isla… ya sabemos que no tiene mucha memoria y su orientación tampoco es
demasiado buena.
Ballena: - Tienes razón, no sé ir, y si le llevo,
acabaremos perdidos.
Delfín: - Bueno, no pasa nada, yo soy un animal muy
listo y podre guiar a mi amiga la ballena. Ella pone la fuerza, y yo la
inteligencia.
Pirata: Muchísimas gracias, de verdad. No sabéis lo
feliz que me hacéis y lo que me estáis ayudando. ¿Hay algo que pueda hacer para
agradecéroslo?
Capitán: ¡Sí! Que marche corriendo y llegue lo antes
posible, nosotros, seguiremos con nuestro camino para llevar a la princesa.
Pirata: ¡Adiós! ¡Gracias!
Narrador: (El pirata, contento y feliz se alegra de la
ayuda que le han dado sus nuevos amigos y les invita a ir algún día a su isla
de visita. Todos se despiden sonriendo.)
He creado este teatro porque lo
considero divertido, fácil y dinámico para llevarlo en el aula. Además trabaja
valores que debemos fomentar en los niños, y por eso lo plasmo.
¿Miedo?
Pum.
Sonó un golpe.
¿Mamá?
¿Papá? ¿Sois vosotros? ¿Ya habéis vuelto?
Nadie
respondía, y Sara, estaba asustada porque era la primera vez que se quedaba
sola en casa. Era una tarde de tormenta, el cielo estaba oscuro y a penas
entraba luz por la ventana. Sara, tenía todas las luces encendidas, y aún
sentía miedo. Encendió el ordenador para entretenerse, puso música, y nada,
Sara, tenía muchísimo miedo.
De
una forma muy aventurera, Sara, decidió ir a observar lo que estaba pasando.
Alguien tenía que haber si esos ruidos estaban sonando. Primero bajó al
rellano, luego pasó al salón. En el salón se quedó quita, perpleja, observando
todo lo que estaba ocurriendo. Miró de un lado a otro, muchas veces, pero no
había nadie, ni nada. Luego pasó a la cocina. Allí había una puerta que daba al
patio. La miró, la abrió para ver si había alguien, y al no escuchar respuesta
la volvió a cerrar. Sara decidió abrir cajones, armarios… e incluso la nevera.
Allí no estaba ocurriendo nada extraño, y el miedo de Sara iba aumentando al no
encontrar respuesta al golpe que ella había escuchado. Estaba segura de que el
golpe venía de la parte inferior de la casa, porque ella estaba arriba cuando
se había producido el ruino y ahí, no había sido. Sólo la quedaba por mirar el
baño, así que, más decidida aunque temblorosa que nunca, decidió mirar.
Primero,
tomó aire, luego parpadeó varias veces y al abrir la puerta no vio más que un
vaso roto debajo de la pila. Al verlo, gritó. Alguien tenía que haber allí para
que eso se hubiera producido, pensó ella. Pues bien, como a simple vista no
veía nada, se agachó.
Y…
¿sabéis lo que pasó? Que un pequeño ratoncito estaba arrinconado al lado de la
bañera. Se había asustado del ruido que el mismo había provocado. Tenía las
patitas encogidas, y el rabito enroscado. Allí estaban, él y ella, ambos
asustados.
Al
verle, Sara se tranquilizó, se había asustado sin motivo alguno. ¡Era un simple
ratón! Pero él cada vez se asustaba más, probablemente pensó que le iban a
matar. Sara, era demasiado buena, así que, cogió al ratón en una manita, con la
otra lo tapó y lo sacó por la puerta de la cocina. No era una rata, sino un
ratoncito inofensivo y asustado, así que lo dejó marchar, lo ayudó a escapar.
Cuando
Sara dejó al ratón en el suelo, éste corrió tanto como pudo, bajo la tormenta,
le daba igual. Sara le miró hasta que dejó de verle, entonces entró dentro y
respiro tranquila, nada había pasado. Se sentó en el salón y esperó a que sus
padres llegaran. Les contó la historia y sus padres se rieron del miedo que su
hija había pasado inútilmente. Sara, lo contaba fascinada.
Este pequeño cuento me parece bueno para trabajarlo en Primaria, creo que es dinámico, divertido...
Y, ahora, os dejo pensando un poco...
Y, ahora, os dejo pensando un poco...
"La literatura es una fuerza en el mundo y no me imagino la vida sin literatura. La vida sin arte es inimaginable, pero como todos saben, cada vez hay menos lectores. Cada vez la literatura tiene que competir con otras formas de ocio. Esto nunca me ha preocupado, porque los libros tienen algo que no tiene la música u otras formas de arte: los libros se leen individualmente. Aunque haya un lector o haya un millón, siempre hay un lector y un libro. Es una relación uno a uno, autor y lector colaborando juntos. Y en cierto sentido, es el único lugar del mundo donde dos extraños pueden conocerse y reunirse en términos de igualdad. "
Paul Auster
Muy bien. Debes decir qué estrategias de las propuestas has usado en cada caso.
ResponderEliminarEn el poema (que te has esforzado en crear en verso) hay dos versos que no responde al esquema morfosintáctico lógico; justo por lo que dije que es mejor evitar la rima:
- ¡Cosquillas hacen! (debería ser ¡hacen cosquillas!)
- Pero que a mi madre asusta (debería ser pero que asusta a mi madre).
Ojo con buscar que nuestros textos transmitan valores. La línea entre la literatura y la paraliteratura es realmente fina en algunos casos.
La interjección ¡Uy! es sin h.
¡Menudo fallo! No me di cuenta de poner las estrategias, y eso que las miré un montón de veces para elegir alguna y crear las tres creaciones literarias.
ResponderEliminar¡Cierto! En el poema no me di cuenta y sin querer resulté demasiado retórica cambiando el esquema morfosintáctico lógico... la verdad es que me gusta la rima y por eso intenté trabajarla, si crees que no es adecuado, dímelo y lo repito sin problema y creo otro problema en el que no aparezca la rima.
Respecto a lo de paraliteratura :S... no soy consciente de en qué lugar he caído en eso. La verdad es que he creado todos los textos buscando que los alumnos se diviertan y de tal forma que les resulten atractivos, y no soy consciente de esa línea que has visto, al menos no lo he hecho con esa intención. Nuevamente, como te he dicho antes, si crees que es mejor cambiarlo, dime y lo modifico sin problema. ;)
Y por último, metedura de pata 100% lo de la interjección, no me di cuenta. Creo que me salió como error en el word, lo modifiqué y no me fijé, pero ya está cambiado. :)